07/02/2023 | Inventoras,Patentes

Mujer, ciencia e innovación

Mujer y ciencia | El 11 de febrero celebramos el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia con el fin de reconocer su papel fundamental en el desarrollo de la ciencia y la tecnología y reivindicar su derecho a una participación plena y equitativa en todos los ámbitos del conocimiento.

Al igual que la investigación, el desarrollo y la innovación, la igualdad de género es fundamental para el desarrollo económico y sostenible del mundo. Diversidad es sinónimo de creatividad, de nuevas perspectivas para intentar comprender la realidad y encontrar soluciones en entornos difíciles y de continuo cambio. Sin embargo, los prejuicios, las normas sociales y las expectativas limitan la calidad de la educación y de las asignaturas que estudian muchas niñas y mujeres. Las disciplinas de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés) son las más castigadas. Según el informe Descifrar el código: La educación de las niñas y las mujeres en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM)” de la UNESCO, al llegar a la educación superior, las mujeres representan sólo el 35% de los estudiantes matriculados en los estudios de las áreas relacionadas con STEM, siendo especialmente baja su presencia en carreras universitarias relacionadas con tecnologías de la información y comunicación (3%), ciencias naturales, matemáticas y estadística (5%), y en ingeniería (8%). Actualmente, sólo el 28% de todos los investigadores en el mundo son mujeres. Las mujeres abandonan las disciplinas STEM en números desproporcionados durante sus estudios superiores, en su transición al mundo laboral e incluso durante su formación superior. Además, recordemos que sólo el 3% de los premios Nobel en Ciencias han sido otorgados a mujeres desde que Marie Curie lo obtuviese por primera vez en 1903. 

Desde Tribalyte Ideas queremos unirnos a esta celebración entrevistando a mujeres profesionales en activo que con su trabajo contribuyen a la innovación tecnológica y científica en nuestro país. Hablaremos con ellas sobre su carrera profesional en el ámbito de la I+D, el impacto que ha tenido la propiedad industrial en su desarrollo profesional, el papel de la propiedad industrial en la transferencia de tecnología y conocimiento científico, ¡y muchas cosas más!

ELENA ESTÉBANEZ | Fisioterapia

Elena Estébanez de Miguel es licenciada en Fisioterapia por la Universidad de Zaragoza y en Psicología por la Universidad Nacional de Educación a Distancia. Obtuvo su doctorado en Fisioterapia en 2012 con un estudio sobre las diferencias clínicas al aplicar diferentes grados de tracción coxofemoral distal en pacientes con artrosis de cadera. Actualmente, es investigadora principal del grupo “PhysiUZerapy” y profesora del Departamento de Fisiatría y Enfermería de la Universidad de Zaragoza. Además, coordina el Grado de Fisioterapia de la Facultad de Ciencias de la Salud y ejerce como Vicedecana de Ordenación Académica, Calidad e Innovación en esa misma Facultad.

TRIBALYTE (T): ¿Qué te motivó a desarrollar una carrera profesional en el campo de la I+D? 

ELENA ESTÉBANEZ (EE): Inicialmente la curiosidad, la necesidad de entender, conocer y de ir un poco más allá. Con el paso del tiempo, y sin perder esos principios, me motiva más el compromiso con los pacientes por ofrecer planes de intervención fisioterápicos que alivien o controlen sus síntomas, les devuelva la funcionalidad y mejoren su calidad de vida.

T: ¿Qué es lo que más te gusta de dedicarte a ello? ¿Y lo que menos?

EE: Me gustan muchas cosas, pero destacaría sobre todo tres. La primera es la capacidad para desarrollar ideas y de crear proyectos en base a las necesidades que detectamos en los pacientes. La segunda es todo el proceso de diseño metodológico y búsqueda de soluciones a los problemas con los que nos encontramos mientras ponemos en marcha la investigación y, la tercera, el contacto con la gente, no sólo con los pacientes que se ofrecen a participar en nuestros proyectos sino también con el equipo investigador y las colaboraciones y sinergias con otros grupos. Esta es sin duda la parte más enriquecedora.

Lo que menos es la incertidumbre de la carrera investigadora académica en España, y lo largo que es el camino hasta alcanzar una posición consolidada. Hay que aprender a vivir con ello y disfrutar del proceso.

T: ¿Qué le dirías a una niña que sueña con ser científica?

EE: Que mantenga la ilusión y trabaje para conseguirlo. Que no dude si es lo que quiere y le gusta. Si cada vez somos más mujeres las que lo hemos conseguido, ¿por qué ella no lo va a lograr? Aunque siempre existen grandes referentes, hay que tener en cuenta que todas las aportaciones son importantes. El trabajo diario, el equipo y los resultados que alcancemos determinarán nuestra progresión.

T: ¿Cuál fue tu primer contacto con la propiedad industrial?

EE: Ha sido muy reciente, en el año 2021, al patentar una férula para la descompresión del nervio mediano destinado a pacientes con síndrome del túnel del carpo. Sin embargo, las investigaciones con mis compañeros Santos Caudevilla Polo y Elena Bueno Gracia para llegar a diseñar la férula comenzaron mucho antes, con estudios previos que fundamentaban los principios mecánicos de la férula y concluyó con un ensayo que confirmó la validez clínica de la misma en este tipo de pacientes.

T: ¿Qué impacto ha tenido la propiedad industrial en tu desarrollo profesional?

EE: Es un claro valor añadido al currículum pero pienso más en el beneficio que aporta a los pacientes con síndrome de túnel del carpo, que son muchos.

T: ¿Conoces a más investigadoras relacionadas con la propiedad industrial? ¿Crees que se le debería dar más difusión a este tema?

En mi área, fisioterapia, se está empezando a trabajar en propiedad industrial y cada vez somos más los que pensamos en generar productos como resultado final de los proyectos que llevamos a cabo. Creo que en los próximos años veremos un gran avance en este aspecto.

Con respecto a la difusión, siempre nos hemos sentido muy apoyados por la Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI) de la Universidad de Zaragoza. Hacen una labor importantísima en este aspecto. Sin embargo, creo que todavía nos faltan políticas que fomenten más la participación público-privada para el desarrollo de proyectos y expliquen los beneficios de la propiedad industrial para una economía. Así como una mayor formación en este aspecto.

IRENE PALACIO | Materiales 2D y Nanotecnología

Irene Palacio Rodríguez es licenciada en Ciencias Físicas por la Universidad Complutense de Madrid y Doctora en Física por la misma universidad desde 2012. Ha desarrollado su carrera investigadora principalmente en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) con estancias en el Sincrotrón de SOLEIL (Francia), Fritz Haber Institut (Alemania) y Sandia National Laboratories (EEUU), entre otros. Actualmente, trabaja como investigadora  en el Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid (ICMM – CSIC) en el grupo de Estudios Interdisciplinares basados en sistemas nanoscópicos, ESISNA. Su línea de investigación principal se centra en el campo de los materiales 2D aplicados a la nanociencia y la nanotecnología, comprendiendo desde estudios fisicoquímicos fundamentales a escala atómica hasta novedosas aplicaciones tecnológicas de estos materiales.

TRIBALYTE (T): ¿Qué te motivó a desarrollar una carrera profesional en el campo de la I+D? 

IRENE PALACIO (IP): Es curioso que siempre que nos hacemos ésta pregunta parece que la respuesta correcta es la “vocación”. Vocación es un término que, bajo mi punto de vista, deja fuera de la carrera científica (y de otras carreras) a muchas personas, parece que si no tienes una vocación grande no es posible dedicarse a la investigación. Desde pequeña siempre tuve interés por la ciencia, pero no un interés exclusivo. Me gustaban otras disciplinas, tan aparentemente dispares, como la historia o el arte. Realicé mis estudios en Ciencias Físicas porque me gustaban, porque tenía referentes familiares, referentes en mi entorno social y unos maestros y profesores excelentes en esas materias.  Más tarde comencé una carrera profesional en el mundo de la investigación, las razones principales están precisamente en la respuesta a la siguiente pregunta.

T: ¿Qué es lo que más te gusta de dedicarte a ello? ¿Y lo que menos?

IP: La carrera científica es de todo menos aburrida y monótona. Es una profesión que te obliga a enfrentarte a problemas nuevos cada día, a nuevos retos, a estar en constante duda y al estudio y aprendizaje diario…nunca se sabe todo, ¡siempre hay algo nuevo que aprender! A su vez esto da lugar a que sea una carrera exigente tanto mental como personalmente. 

La parte más oscura de la carrera científica está directamente relacionada con la poca inversión que recibe. Resultados de esta política son: sueldos bajos, inestabilidad laboral, burocracia tediosa e innecesaria…

T: ¿Qué le dirías a una niña que sueña con ser científica?

IP: ¡Adelante! La ciencia a día de hoy necesita diversidad. Necesita de diferentes enfoques capaces de generar nuevas preguntas, nuevas respuestas y nuevos caminos. Una carrera científica puede tener diversas ramas, no sólo la conocida y canónica académica, sino también existen a día de hoy otras propuestas muy interesantes como son los doctorados industriales, más cerca del mundo de la empresa. Y, por si no estaba claro…, el género, el sexo o quién seamos nunca debería definir nuestra carrera profesional.

T: ¿Cuál fue tu primer contacto con la propiedad industrial?

IP: Yo me dedico a la ciencia básica, con lo que generalmente mi trabajo suele estar muy alejado de la industria. Aun así, recientemente hemos desarrollado un biosensor de grafeno extremadamente sensible que detecta el virus de la hepatitis C. Este desarrollo nos ha acercado más al mundo industrial, ya que hemos solicitado una patente y a día de hoy buscamos a empresas del sector que estén interesadas en una posible licencia.  

T: ¿Crees que se le debería dar más difusión a la importancia de la propiedad industrial dentro del ámbito de la investigación académica?

IP: Definitivamente sí. Si bien es cierto que hay una amplia porción de la investigación dedicada a la ciencia básica, pilar de futuros desarrollos tecnológicos, también es verdad que otro amplio sector realiza proyectos mucho más cercanos a la industria que terminan en patentes. Por desgracia,  la falta de experiencia, conocimiento y poca difusión hace que estos desarrollos caigan muchas veces en el olvido. Creo que tanto el mundo científico como el mundo industrial deberían intentar acercarse más el uno al otro.

MIRIAM MORENO | Nanotecnología

Miriam Moreno Moreno es licenciada en Ciencias Físicas, ingeniera de Telecomunicaciones y doctora en Física por la Universidad Autónoma de Madrid. Actualmente, trabaja como directora de operaciones de la empresa Next-Tip, especializada en el diseño de sondas para microscopía. Tiene una amplia experiencia en el sector de la nanotecnología tanto en investigación como en la industria y conoce de primera mano el trabajo de I+D en empresas.

TRIBALYTE (T): ¿Qué te motivó a desarrollar una carrera profesional en el campo de la I+D? 

MIRIAM MORENO (MM): Desde pequeña he tenido mucha curiosidad y me he preguntado el porqué de las cosas. Esa curiosidad y el interés por las ciencias, me llevó a estudiar Ciencias Físicas. Con el tiempo descubrí que lo que más me motivaba era la aplicación de ese conocimiento. De ahí mi vocación por la I+D, donde los resultados de la investigación se aprovechan para crear nuevos productos o mejorar los existentes.

T: ¿Qué es lo que más te gusta de dedicarte a ello? ¿Y lo que menos?

MM: Lo que más: 

  • ver cómo los clientes quedan altamente satisfechos al usar productos resultantes de la I+D;
  • la propia la aplicación de nuevo conocimiento en algo que finalmente mejore nuestras vidas de alguna manera; y
  • la combinación de investigación y empresa.

Lo que menos: la gran carencia de fondos para I+D que hay en las empresas españolas.

T: ¿Qué le dirías a una niña que sueña con ser científica?

MM: Que siga haciéndose preguntas, que estudie y se esfuerce. Cuando creciera un poco, le daría consejos para tomar las decisiones que definirán su camino: 

  • que trate de identificar el área de conocimiento que más le gusta: ¿las matemáticas? ¿la biología? ¿una ingeniería? por citar algunas.
  • dentro de su deseo de ser científica ¿qué es lo que querría hacer en su día a día o llegar a conseguir? Que se informe de los pasos que hay que dar para llegar ahí.
  • que no tenga miedo a equivocarse, casi siempre hay solución o vuelta atrás.

T: ¿Cuál fue tu primer contacto con la propiedad industrial?

MM: En mi primera etapa investigadora oí por primera vez: “tal persona tiene una patente en su CV”. Yo no sabía nada de patentes por entonces, pero parecía un gran mérito tener una. Posteriormente, ya en la empresa privada, me di cuenta de que además de ser un mérito curricular podía explotarse en la empresa (cosa que desgraciadamente muchas veces nunca llega a suceder).

T: En tu opinión, ¿qué papel juega la propiedad industrial en la transferencia de tecnología y conocimiento científico más allá del mundo académico?

MM: No soy experta en este tema, pero en mi opinión la propiedad industrial juega un papel fundamental fuera de la Academia. Ella protege la tecnología que hay detrás de productos o servicios, de forma que nadie más pueda replicarla con fines lucrativos.

SANDRA CORTIJO | Materiales 2D y Nanotecnología

Sandra Cortijo es graduada en Química por la Universidad Complutense de Madrid y doctora en Materiales Avanzados para Nanotecnología por la Universidad Autónoma de Madrid desde 2021. Desarrolló su tesis doctoral en el Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid (ICMM-CSIC) en el campo de los materiales de baja dimensionalidad, como el grafeno y las nanopartículas, para su aplicación en sensores ópticos. Desde hace un año, trabaja como Gerente de Investigación y Desarrollo en Nanostine, una spin-off del CSIC especializada en la fabricación de nanopartículas por vía física.

TRIBALYTE (T): ¿Qué te motivó a desarrollar una carrera profesional en el campo de la I+D? 

SANDRA CORTIJO (SC): El interés por comprender cómo funciona el mundo y cómo se pueden aplicar esos conocimientos para mejorar la vida de las personas. Resulta gratificante la idea de poder contribuir al avance del conocimiento y a la solución de problemas importantes.

T: ¿Qué es lo que más te gusta de dedicarte a ello? ¿Y lo que menos?

SC: Lo que más me gusta es la posibilidad de trabajar en proyectos innovadores y desafiantes, colaborar con otros investigadores, y sobre todo el hecho de que mi trabajo tenga un impacto real en la sociedad. Lo que menos me gusta es la incertidumbre y precariedad, principalmente por la falta de financiación. Diría también que la frustración cuando los experimentos no salen como esperabas, pero forma parte del camino.

T: ¿Qué le dirías a una niña que sueña con ser científica?

SC: Le diría que es una meta excelente y alcanzable. Le recomendaría que estudie, que sea curiosa y pregunte, y que no se rinda ante los obstáculos. Ser científica es una carrera emocionante y te da la posibilidad de aportar tu granito de arena para mejorar el mundo.

T: ¿Cuál fue tu primer contacto con la propiedad industrial?

SC: Mi primer contacto fue una vez que acabé mi tesis doctoral, cuando empecé a trabajar en Nanostine, que posee una patente para la fabricación de nanopartículas.

T: En tu opinión, ¿qué papel juega la propiedad industrial en la transferencia de tecnología y conocimiento científico más allá del mundo académico?

SC: Pienso que a través de la propiedad industrial se fomenta la innovación, contribuyendo al avance del conocimiento y al desarrollo económico. También es cierto que es importante tener en cuenta su impacto en el acceso al conocimiento y la competencia justa. Debemos encontrar un equilibrio entre estos aspectos para fomentar un desarrollo tecnológico y económico sostenibles.

LAURA BECERRA | Electrónica Biomédica

Laura Becerra Fajardo es ingeniera electrónica por la Universidad Nacional de Colombia y doctora en Ingeniería por la Universidad Pompeu y Fabra desde 2016. Actualmente, trabaja como investigadora postdoctoral en el grupo de Electrónica Biomédica de la Universidad Pompeu Fabra. Su trabajo se centra en el diseño de dispositivos médicos implantables capaces de realizar electroestimulación y actuar como sensores, así como en el desarrollo de acciones empresariales para llevar esta tecnología al mercado. Ha participado en varios proyectos de investigación europeos y es co-inventora de dos solicitudes de patente (EP3788948A1 y EP4052643A1). Además, ha sido project manager de tres ayudas a emprendedores, incluida una ayuda CaixaResearch Validate.

TRIBALYTE (T): ¿Qué te motivó a desarrollar una carrera profesional en el campo de la I+D? 

LAURA BECERRA (LB): Mi familia siempre ha estado involucrada en la investigación, así que siempre fue una opción para todos y no lo veíamos como algo lejano. Después de graduarme como Ingeniera, trabajé en un centro de divulgación de ciencia y tecnología. Esto me acercó mucho más a la ciencia, y me hizo interesar por una carrera como investigadora.

T: ¿Qué es lo que más te gusta de dedicarte a ello? ¿Y lo que menos?

LB: En general, es muy interesante trabajar en I+D, tanto en academia como en industria. Tienes la posibilidad de crear nuevas cosas, desarrollarlas, validarlas y mejorarlas. Es un continuo aprendizaje y muchas experiencias, tanto positivas como negativas. En mi campo, hacer I+D necesita muchísimos recursos que se dedican a laboratorios, equipos, materiales, experimentos y personal. Lo que menos me gusta es que, a pesar de que se entiende la importancia de I+D, el apoyo económico es bajo, por lo que cada día es más difícil obtener ayudas para financiar una investigación y es difícil competir salarialmente con la industria. Esto también afecta a la estabilidad laboral y hace que muchas personas busquen esa estabilidad en otros ámbitos. 

T: ¿Qué le dirías a una niña que sueña con ser científica?

LB: ¡Adelante! A pesar de las piedras que te encontrarás en el camino, este es ilusionante.

T: ¿Cuál fue tu primer contacto con la propiedad industrial?¿Qué impacto ha tenido en tu desarrollo profesional?

LB: Mi abuelo, también científico, terminó su vida laboral trabajando en el área de patentes de una firma de abogados, así que desde pequeña sabía que existía algo que protegía las invenciones. Después, trabajando en I+D en industria, comprendí la importancia de las patentes para proteger los productos de la empresa. En los últimos años ha tenido un impacto importante en mi carrera, especialmente a la hora de intentar llevar al mercado la tecnología que hemos desarrollado en el laboratorio.

T: ¿Conoces a más investigadoras relacionadas con la propiedad industrial? ¿Crees que se le debería dar más difusión a este tema?

LB: Por estar involucrada en temas de emprendimiento he tenido la oportunidad de conocer a más investigadoras relacionadas con propiedad intelectual, especialmente inventoras que están desarrollando start-ups alrededor de tecnologías desarrolladas en laboratorios. Esto debería tener más difusión.

T: En tu opinión, ¿qué papel juega la propiedad industrial en la transferencia de tecnología y conocimiento científico más allá del mundo académico?

LB: Juega un papel fundamental, ya que son los activos para lograr la transferencia. Es una de las primeras cosas que piden los inversores porque te protege en el mercado – la meta en cualquier actividad de transferencia – y te da credibilidad.

Estas cinco mujeres son sólo una representación de todas las profesionales que día a día seguimos luchando por el progreso de la ciencia y la tecnología en favor de la sociedad en diferentes ámbitos del conocimiento. Porque, como dijo la astronauta Sally Ride: “Las chicas jóvenes necesitan ver modelos a seguir en cualquier carrera que elijan para poder imaginarse a sí mismas haciendo ese trabajo algún día. No puedes ser lo que no puedes ver”. Sigamos trabajando para que llegue el día en el que no sea necesario celebrar el 11 de febrero. Hasta entonces, feliz Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia.

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